Mediante la citometría de flujo, se realiza la caracterización de poblaciones de linfocitos CD3, CD4 y CD8.
En pacientes VIH positivos la determinación CD3, CD4 y CD8 es el principal indicador de la función inmune, progresión clínica de la infección, iniciar tratamiento para infecciones oportunistas y detectar deficiencias en el tratamiento.
Según la GPC del Ministerio de Salud y Protección social lo recomendado es realizar esta prueba en la primera valoración, o de la terapia retroviral y de seguimiento cada seis meses, o en el término que el médico tratante determine.